Buscar este blog

domingo, 13 de noviembre de 2016

MADURO SIN SALSA, A PUNTO DEL TRASPIÉ Y SORDO AL DIÁLOGO

Los venezolanos están atrapados en el laberinto del chavismo y la oposición busca salidas para que la transición sea posible. Como suele suceder con gobiernos despóticos como el de Nicolás Maduro, los opositores han de defenderse con cautela de las maniobras oficialistas para provocar la división y debilitarlos.
Se trata de una vieja estrategia de la que se valen los regímenes abusivos para sabotear cualquier esfuerzo común que pueda resquebrajar el muro de la represión. Realmente Maduro y su segundo hombre fuerte, Diosdado Cabello, emplean sus recursos en mantenerse en el poder a costa del bienestar de los venezolanos, que en estos momentos viven sumidos en la pobreza y el desaliento.
En medio de disensiones y tensiones internas, una vez más el bloque opositor que comprende la Mesa de Unidad Democrática (MUD) se dispone a explorar un resquicio que pueda propiciar el cambio. En esta ocasión, con la intervención del Vaticano, oficialismo y oposición tienen previsto reunirse el 11 de noviembre con la intención de iniciar un diálogo que, por otra parte, Maduro entorpece a todas horas con declaraciones amenazantes.
La MUD tiene como objetivos principales que se celebre el revocatorio contra el mandatario o elecciones a principios del año entrante, la libertad de todos los presos políticos, el regreso de los exiliados y que se solucione la grave crisis económica y alimentaria que padece el país. Sus portavoces aseguran que serán transparentes en este proceso y el propio alcalde opositor de El Hatillo, David Smolansky, ha señalado: “Llegaremos a Miraflores con votos y presión de calle”.

En efecto, la oposición pone el acento en la resistencia cívica, las manifestaciones pacíficas y la senda de las urnas para restaurar los valores democráticos que se han erosionado bajo la revolución bolivariana que se enquistó con el triunfo del desaparecido Hugo Chávez. Desde entonces los adversarios del chavismo han vagado en un desierto minado por la aplastante maquinaria oficialista, pero han cosechado logros como la mayoría en el parlamento y la fuerza moral de presos políticos como el líder de Voluntad Popular Leopoldo López, hoy un referente mundial que cuenta con la solidaridad de gobiernos extranjeros y organizaciones de derechos humanos.
Es lógico y previsible que en el seno de la MUD y entre las fuerzas opositoras haya recelo ante la posibilidad de un diálogo con un régimen tramposo, cuyo objetivo es atornillarse al poder y al enriquecimiento ilícito de aquí a la eternidad. Nadie debe llamarse a engaño con personajes como Maduro, Cabello o el alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, a cargo recientemente de dirigir las turbas de repudio que irrumpieron en el pleno de la Asamblea Nacional. El propio gobernante ha afirmado que no sale “ni con votos ni con balas”, y a pocos días del encuentro militariza la capital en una escalada represiva.
El único músculo que flexiona Maduro es el del terror, sacando a la calle a la policía política y bandas paramilitares. A su vez, en este momento de impasse la oposición temporalmente renuncia a marchar a Miraflores y apuesta por sentarse a la mesa con la intención de que no haya “condiciones” para dialogar. Es un pulso en el que, si es que se produce dicha reunión, se medirán las fuerzas de una oposición que lucha por el cambio y un gobierno que defiende el inmovilismo.
Es evidente que las fuerzas democráticas están en clara desventaja, pero no es menos cierto que el chavismo es víctima de su propio fracaso, incapaz de solucionar la grave situación que atraviesa el país. Hasta ahora su único fin es el de atrincherarse en el poder repitiendo que sus enemigos “no volverán” al palacio de gobierno. Una pírrica victoria para quienes condenan a la población al hambre y la desesperanza.
Es muy posible que los esfuerzos por dialogar no salgan adelante ni con la bendición del Papa, pero la oposición agotará también esa alternativa antes de volver a las calles para desafiar al despropósito chavista. Por lo pronto, Maduro conjura su proverbial ineptitud en un insólito programa radial marcando pasos de salsa. Tarde o temprano dará un traspié.

Por: Gina Montaner 
Fuente:http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/gina-montaner/article112667093.html#storylink=cpy

No hay comentarios:

Publicar un comentario